¿Es la sorpresa una emoción?
Para poder responder a la pregunta, ¿es la sorpresa una emoción?,considero que hay que estar en contacto con los niños y entonces ,la pregunta desaparece porque observamos que la mayoría de los aprendizajes de los niños se incentivan e inician a través de la sorpresa y el asombro, por eso para nosotros los TEIS la pregunta es:"¿se puede educar la sorpresa?"
Efectivamente la sorpresa es una emoción pero siempre ligada a otra, ya sea positiva o negativa reaccionando en función de la emoción en la que derive.
La sorpresa y el asombro son importantes para:
- Facilitar la curiosidad y el aprendizaje.
- Es una situación difícil de definir por la cantidad de estímulos que pueden causarla.
- Facilita procesos atencionales, conductas de exploración y curiosidad ante situaciones extrañas.
- Dirige nuestros procesos cognitivo, memoria, concentración,....
De las acciones del adulto depende en muchas ocasiones que el niño mantenga esa curiosidad innata
o la vaya perdiendo.
Los adultos frente a esta emoción debemos proporcionar entornos que faciliten el descubrimiento,el niño es curioso por naturaleza,debemos proporcionar tiempo de juego y fomentar la lectura es fundamental.
Los niños pequeños se sorprenden continuamente, llenándose de inocencia e ilusión aunque hay veces que les producen miedo por el hecho de ser desconocido.
María Montessori hizo énfasis en la importancia del asombro en el aprendizaje de los niños, ya que el motor de la motivación del niño es el asombro o como afirma Catherin L' Ecuyer (2012) autora del libro " Educar en el asombro", la capacidad del niño para pensar en cosas imposibles es maravillosa,por lo tanto el asombro es un mecanismo innato en él.
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