Con estas actitudes los niños tratan de encontrar su propia identidad y vosotros los padres debéis lograr la difícil tarea de conseguir que obedezca a la vez que debemos facilitar su conquista de la autonomía y los consejos que desde aquí ofrecemos para que este proceso sea beneficioso son:
- Dar órdenes claras y directas y a ser posible de forma individual en cada frase:" recoge los juguetes"
- Ni le grites, ni discutas con él, lo conveniente sería: plantear dos opciones solo cuando creas que él puede decidir; o bien procura disuadirle y dejarle tiempo para reflexionar cuando te diga que no a algo que sabes que en fondo te apetece:"si no vamos al parque no podrás montar en el columpio"
- Utiliza los tratos:Hazle ver una satisfacción después de una orden.
- Adopta la respuesta adecuada a sus rabietas:es normal que en esta edad después de un "no", la frustración del niño desencadene en rabieta,la mejor forma para superarla es que nos mantengamos firmes. Pequeños niveles de frustración son muy recomendables porque consiguen que el niño aprenda a diferenciar entre el deseo y la realidad.No debemos ceder a sus rabietas por muy incómoda que sea la situación que tu hijo te haga vivir, espera que se le pase para después dialogar con él.
Como habréis podido observar, el niño ha comprendido que puede influir sobre el mundo que le rodea, por lo que se vuelve desobediente, con el fin de reafirmar su independencia y diversidad respecto a los demás, pero sobre todo respecto a su mamá,con la que antes tenía una relación simbiosis.
Este periodo no es más que una etapa del desarrollo de vuestro hijo y además es muy beneficioso para los niños y un poco complicado para los papás y las mamás ya que tenemos que aprender a manejar la situación y siempre poniendo unos LÍMITES.
Los niños necesitan normas para ser felices,pero sin castigos o chantajes. Esas normas o límites ayudan al niño a manejar y controlar sus emociones.
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